20/06/2024
Dr. Bernardino Alcázar Navarrete.
NEWSLETTER EN EPOC NEUMOSUR
Comentario a “Solidoro P, Albera C, Ribolla F, Bellocchia M, Brussino L, Patrucco F. Triple Therapy in COPD: Can We Welcome the Reduction in Cardiovascular Risk and Mortality?. Front Med (Lausanne). 2022;9:816843. Published 2022 Mar 23. doi:10.3389/fmed.2022.816843”
La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) supone un desafío de primera magnitud para los sistemas sanitarios, al representar una causa frecuente de morbimortalidad y unos elevados consumos de recursos sanitarios, especialmente por la frecuencia de episodios de exacerbaciones que precisan ingreso hospitalario. En concreto, la EPOC es la tercera causa de muerte a nivel mundial (la cuarta causa a nivel nacional) y una frecuente causa de pérdida de calidad de vida. Aunque en los últimos años diferentes estrategias han permitido conseguir una disminución de las tasas ajustadas de mortalidad por EPOC en España, todavía existen diferencias entre las diferentes comunidades autónomas inaceptables y es necesario un esfuerzo de todos los actores implicados en el cuidado de estos pacientes para mejorar estos datos(1).
Un análisis de las causas de muerte de los pacientes con EPOC nos muestra que los eventos cardiovasculares, el cáncer de pulmón y las complicaciones derivadas de la propia EPOC son los responsables del fallecimiento de la mayoría de los pacientes, con diferencias dependiendo de la gravedad de la enfermedad de base.
Los eventos cardiovasculares agudos (síndromes coronarios, episodios de insuficiencia cardiaca o eventos cerebrovasculares) afectan especialmente a pacientes con obstrucción leve o moderada al flujo aéreo. Este aspecto va relacionado con el incremento del riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular que aparece en pacientes con EPOC, y que es independiente de los factores de riesgo cardiovascular (tabaquismo, sedentarismo, obesidad y demás) clásicos. Las bases fisiopatológicas de esta interesante relación son desconocidas, pero parecen involucrar a la inflamación sistémica presente en la EPOC, la presencia de hiperinsuflación pulmonar, la hipoxia derivada de las alteraciones de la relación ventilación/perfusión, y teniendo a las exacerbaciones como disparadores del riesgo, especialmente cuando llevan al ingreso hospitalario.
Durante muchos años se ha intentado buscar el efecto en la mortalidad de los fármacos inhalados para la EPOC, con intentos muy conocidos (estudios TORCH, SUMMIT y UPLIFT) que resultaron no concluyentes o negativos. Pero cuando ya dábamos por imposible que un fármaco para la EPOC pudiera disminuir la mortalidad, dos ensayos clínicos (IMPACT y ETHOS) han demostrado una reducción de la mortalidad por todas las causas en pacientes con EPOC y exacerbaciones frecuentes cuando reciben triple terapia en dispositivo único (LABA/LAMA/ICs) frente a doble broncodilatación (LABA/LAMA). Aunque no son objetivos principales de esos estudios, este dato de reducción de mortalidad es aparentemente bastante sólido y sorpresivamente se produce a expensas de una reducción principalmente de muertes por causa cardiovascular(2).
Con esta perspectiva, parece que se abre un campo realmente interesante en el manejo de la EPOC referida a los efectos beneficiosos cardiovasculares de los fármacos inhalados, que en parte pueden ser derivados de la disminución de las exacerbaciones y que deben ser evaluados de forma más específica en ensayos clínicos diseñados a tal efecto.
Mientras tanto, lo que parece claro es que el manejo de la enfermedad cardiovascular en la EPOC precisa de un abordaje conjunto de los profesionales implicados en el cuidado de estos pacientes. Para favorecer este manejo coordinado recientemente se ha publicado un documento conjunto de las sociedades científicas españolas de Cardiología (SEC) y Neumología (SEPAR) en el que se dan orientaciones sobre la evaluación, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad cardiovascular en la EPOC(3).
BIBLIOGRAFÍA
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