Autores
R. Pitti Pérez, A. Baeza Ruiz, C. Ramos Izquierdo, M. Acosta Sorensen, A. Expósito Marrero, S. García Hernández, B. Montero Fole, S. Dorta Domínguez, L. M. Pérez Negrín, J. L. Trujillo Castilla
Introducción
<p>En los últimos 20 años hemos visto el nacimiento de nuevos productos de consumo de nicotina, en forma de los cigarrillos electrónicos (e-cig), y otros productos de tabaco calentado (THP). Hasta ahora no se dispone de clara evidencia entre su posible papel en la cesación/reducción tabáquica o su perfil de seguridad, ni siquiera como método de reducción de daños. Todo esto lleva a preguntarse por el conocimiento de los profesionales de la salud acerca de este nuevo entorno.</p>
Metodología
<p>Se realiza una encuesta online dirigida a personal de toda España, para responder entre los días 12 y 26 de agosto de 2019, en la que se pregunta acerca del conocimiento de estos nuevos productos, sus posibles daños, su uso clínico, el papel de la industria y la legislación actual española. Los datos se comparan entre los distintos grupos sanitarios, según los años de experiencia, y según la edad de los participantes.</p>
Resultados
<p>Se reciben un total de 266 respuestas a la encuesta, en su mayoría de mujeres (3/1), médicas (73.3%), con 11 años o más de experiencia (54,4%).</p> <p>Un 30,5% de los encuestados no conoce ningún tipo de e-cig, y el 62% considera que la industria tabaquera ejerce una actitud engañosa. El 44% piensa que estos productos pueden tener un determinado papel en la reducción del consumo, pero el 78,6% no se siente capacitado para utilizarlos como tratamiento ni informar sobre ello, debido mayormente al riesgo de cronificar el proceso de cesación (77.8%) y normalizar el consumo de nicotina en lugares libres de humo (62,8%).</p> <p>Los profesionales médicos conocen más dispositivos y los consideran más dañinos para la salud que el resto de profesionales. Por años de experiencia, aquellos con más de 10 años de experiencia consideran estos nuevos productos menos dañinos, y los de menos experiencia opinan que depende del dispositivo utilizado. De forma similar, los encuestados más jóvenes conocen más dispositivos y les asocian un mayor riesgo que los profesionales de más de 40 años.</p>
Conclusiones
<p>Se constata que una gran proporción de profesionales de la salud no tiene conocimientos suficientes en la materia, no se ven capacitados para informar ni aconsejar sobre ellos y tienen serias dudas acerca su papel terapéutico. Destaca, tanto en este estudio como de otros disponibles en la literatura, la imperativa necesidad de formar a todo el sector sanitario en este novedoso mundo de los e-cig y los THP, y no sólo en el tabaquismo convencional.</p>