Autores
S. Gutiérrez Hernández, A. Carmona González, A. Aís Daza, R. De Andrés David, A. Arnedillo Muñoz
Introducción
La combinación fibrosis-enfisema (CPFE) es una enfermedad de creciente interés, que parece estar asociada con una historia natural y un pronóstico diferentes a los de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI). El objetivo de nuestro estudio fue evaluar las diferencias en la evolución clinica, funcional y radiológica al año de ambas entidades.
Metodología
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo revisando los datos epidemiológicos, clínicos y funcionales de una cohorte de pacientes diagnosticados de CPEF vs. FPI que fueron atendidos en una consulta de Neumología comparando los resultados al diagnostico con los obtenidos al año de seguimiento.
Resultados
Se recogieron un total de 24 pacientes, 11 con CPFE y 13 con FPI. Comparando CPFE con FPI fueron varones 11 (100%) vs. 9 (69%). En cuanto al hábito tabáquico 9 (82%) eran ex-fumadores y 2 (8%) fumadores activos vs. 10 ex-fumadores (77%) y 3 (23%) nunca fumadores. Del grupo CPFE 5 (46%) pacientes realizaban tratamiento antifibrótico con Nintedanib vs. 13 (100%) pacientes del grupo FPI. El 90% de los pacientes con CPEF no presentó ninguna exacerbación en el último año, mientras que solo el 54% de los pacientes con FPI no presentaron ninguna exacerbación.
Se observó comparando el grupo de CPFE vs. FPI una progresión funcional en 6 (55%) vs. 5 (38%) pacientes, p=0,580 (tabla 1). Respectivamente experimentaron progresión clínica 4 (36%) vs. 4 (31%) pacientes de cada grupo. Se objetivó progresión radiológica en 1 (9%) paciente del grupo CPFE vs. 4 (31%) pacientes del grupo FPI. Además 5 (71%) pacientes del grupo CPFE y 7 (58%) del gurpo FPI no tuvieron al año progresión ni clinica ni funcional ni radiológica (tabla 2).
Conclusiones
No se detectaron diferencias evolutivas significativas al año de seguimiento entre los pacientes con CPFE y FPI en cuanto a la función pulmonar, la progresión clínica o la progresión radiológica en el TACAR. Un importante porcentaje de pacientes de ambos grupos no experimentó ningún tipo de progresión al año del diagnóstico.