Autores
A. López León, M. Martos Maldonado, J.M. Sanchez Alvarez, J.J. Cruz Rueda, A. López Pardo, D. Fole Vázquez
Introducción
A la hora de establecer una aproximación diagnóstica en patología neoplásica, así como para estadificación y seguimiento, son de elección la tomografía computarizada (TC) y la tomografía por emisión de positrones (PET). Si en ellas se detecta una sospecha de afectación en estaciones ganglionares mediastínicas, el siguiente paso podría ser la indicación de ecobroncoscopia lineal (EBUS-TBNA) para confirmar o descartar dicha afectación. El objetivo de este estudio fue manifestar la correlación entre sospecha por estas pruebas de imagen y el resultado de Anatomía patológica.
Metodología
Se elaboró un estudio retrospectivo y descriptivo, utilizando el registro de EBUS realizados en el HU Torrecárdenas de Almería, desde enero hasta septiembre de 2023. Se atendió a factores como datos demográficos, la prueba de imagen realizada (TC y/o PET, esta última iniciada en nuestro centro en el mismo año), la presencia de sospecha de malignidad en cada una de ellas y los factores determinantes de la misma (tamaño y captación) y el resultado anatomopatológico.
Resultados
94 pacientes fueron analizados, un 79% varones. La edad media fue de 63 años.
La indicación en 70 pacientes fue estadificación en contexto de neoplasia activa o seguimiento evolutivo, confirmándose afectación en 27 de ellos (38,6%).
La TC se realizó en 87 pacientes, la PET en 78. A 68 pacientes se les realizó ambas. La concordancia entre ellas se dio en 47 de ellos (69%). En caso de resultado negativo en las dos, no se evidenció malignidad por AP.
En el 62% de pacientes donde hubo sospecha por TC, se confirmó por AP. El diámetro máximo medio de las adenopatías en caso de haber sospecha y confirmarse fue de 30.7 mm (extremos 10 y 60 mm).
En el 48% de pacientes con sospecha por PET se confirmó malignidad. El SULmáx medio fue de 15.4 en los casos donde se demostró (extremos 2.3 y 22), 5.4 en caso contrario (extremos 1.5 y 12).
Tan solo en un paciente, sin sospecha por PET, se evidenció malignidad.
Conclusiones