Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.close

Comunicaciones del 46º Congreso Neumosur. Edición Virtual.

ASOCIACIÓN ENTRE APNEA DEL SUEÑO E INSOMNIO

Autores

C.M. Carrasco Carrasco, J. Díez Sierra, F. Campos Rodríguez

Introducción

Los síntomas de insomnio son frecuentes en pacientes con apnea del sueño (AS), si bien la asociación entre ambas entidades es controvertida. El objetivo de nuestro estudio es analizar si el insomnio y la AS están asociados.

Metodología

Estudio transversal en el que se incluyeron todos los pacientes entre 18 y 80 años estudiados mediante polisomnografía convencional por sospecha de AS entre enero y octubre de 2019 en un Hospital Universitario. El insomnio se valoró mediante el cuestionario Insomnia Severity Index (ISI), definiéndose como insomnio una puntuación ≥15. La depresión y la ansiedad se investigaron mediante las subescalas de depresión y ansiedad del Hospital Anxiety and Depression questionnaire (HAD-D y HAD-A). Se definió como AS la presencia de un índice de apnea-hipopnea (IAH)≥5, clasificándose en leve, moderada o grave si el IAH era 5-14.9, 15-29.9 o ≥30, respectivamente.

Resultados

Se incluyeron 154 pacientes (82 hombres) con una mediana (P 25-50) de edad 53 (44-66) años. En 136 (88.3%) casos se diagnosticó AS, con mediana de IAH de 23.9 (15.1-43.5), siendo en 32 de ellos leve, en 49 moderado y en 55 grave. Un total de 52 casos (33.8%) tomaba hipnóticos, 39 (25.3%) antidepresivos, y 49 (31.8%) tenían un diagnóstico previo de ansiedad o depresión.
74 (48.1%) sujetos presentaron insomnio clínico y tuvieron puntuaciones más altas en las subescalas HAD-D [7.5 (5.0-10) vs. 4.0 (2.0-7.0), p<0.001] y HAD-A [10.5 (7.0-14.0) vs. 8.0 (4.0-12.0), p<0.001] respecto aquellos sin insomnio. Sin embargo, no se observaron diferencias entre pacientes con y sin insomnio en cuanto a IAH [21.3 (13.0-37.3) vs. 19.9 (10.1-32.2), p=0.68], CT90 [0.5 (0.1-2.4) vs. 0.5 (0.0-4.1), p=0.45] e ID3 [17.3 (6.6-32.8) vs 13.6 (5.0-27.5), p=0.60]. Tampoco existieron diferencias en IAH-REM, IAH-supino, ni en otras variables oximétricas. En el análisis de regresión logística, la edad (OR 0.97, IC95% 0.94-0.99) y el HAD-D (OR 1.19, IC95% 1.09-1.31) fueron predictores independientes de insomnio.
La puntuación del ISI se correlacionó con la del HAD-D (r=0.48, p<0.001) y HAD-A (r=0.44, p<0.001), pero no con el IAH global, IAH supino, IAH-REM, ni ninguna de las variables oximétricas.
Por otro lado, la prevalencia de insomnio fue similar en pacientes con AS leve, moderado y grave (40.6%, 51.0%, y 50.9%, respectivamente, p=0.59), al igual que ocurrió con las puntuaciones de ISI en cada uno de estos grupos [14 (9-18), 15 (10-19.5) y 16 (10-20), respectivamente, p=0.45].

Conclusiones

La prevalencia de insomnio es alta entre los pacientes estudiados por sospecha de AS, si bien no hemos encontrado asociación entre ambas entidades. El insomnio sí parece estar más asociado a la depresión y la edad.

Ver Presentación

Volver