Autores
M. Espinoza Solano, C. Fernández García,, L. Carrasco Hernández,, M. Abad Arranz, E. Márquez Martin, F. Ortega Ruiz, . L. López Campos
Introducción
La prueba broncodilatadora (PBD) y la prueba de provocación bronquial representan un papel importante papel en el diagnostico de los pacientes con patologías respiratorias crónicas especialmente en sujetos con asma bronquial. Ambas técnicas reflejan fenómenos fisiopatológicos distintos, pero en la actualidad existen escasos trabajos que hayan evaluado el grado de acuerdo de ambas técnicas. El objetivo de este trabajo es valorar el grado de acuerdo que pueden tener estas pruebas.
Metodología
Estudio piloto observacional prospectivo de diseño transversal en el que se evaluaron consecutivamente los pacientes a los que se les solicitó una prueba de metacolina como parte del estudio de sus síntomas respiratorios. Unos días antes de esta prueba, se les realizó una PBD administrando 400 µg de salbutamol mediante cartucho presurizado con cámara de inhalación. De cada caso se recogieron datos sociodemográficos, la clínica respiratoria crónica (disnea medida por la escala modificada de la MRC, tos y expectoración crónicas) y síntomas sugestivos de asma (variabilidad estacional, clínica de rinitis y desencadenantes), así como los resultados de la PBD, expresados en porcentaje de mejora de la FVC y del FEV1, y de la prueba de metacolina, expresado en PD20. Con los resultados se programó una evaluación del grado de acuerdo mediante el cálculo de los coeficientes kappa.
Resultados
Se incluyeron un total de 54 sujetos, 90% mujeres en estudio por disnea, tos, sibilantes. Un 36% disnea grado 1 de la mMRC, 16% grado 2 mMRC. De los casos estudiados, 12 pacientes presentaron con prueba de metacolina positiva y 5 casos la PBD positiva en los que coinciden solamente en una de ellas.
Conclusiones
Los resultados obtenidos hasta el momento mantienen que no hay grado de acuerdo entre las pruebas con índice Kappa 0.05. De confirmarse estos hallazgos al completar la muestra, habría que concluir que la PBD no es un buen marcador de hiperrespuesta bronquial.