Autores
J.L. López Villalobos, N. Moreno Mata, A.I. Blanco Orozco, F.J. de la Cruz Lozano, R.M. Barroso Peñalver, S.L. Pardo Prieto , D. Andrades Sardiña
Introducción
Presentar los resultados obtenidos en estas intervenciones en el H.U.V.R. en los últimos 5 años.
Metodología
Recogida de datos de forma prospectiva de todos los pacientes intervenidos por patología de vía aérea principal entre noviembre de 2009 y diciembre de 2014, incluyendo edad, sexo, etiología, extensión, manejo quirúrgico de la vía aérea, tipo de intervención, complicaciones y resultados postoperatorios en relación con el calibre final de la tráquea.
Resultados
En el periodo del estudio se han intervenido 45 pacientes, 11 hombres y 34 mujeres, de entre 25 y 80 años de edad (media de 57.4). En todos ellos la etiología fue benigna; 12 por intubación orotraqueal (IOT) prolongada, 4 postraqueostomía, 21 idioplática, 2 postquirúrgica, 3 por enfermedad de Wegener y 1 por lesiones térmicas. En 2 casos la patología fue una fístula traqueoesofágica, una debida a achalasia y la segunda yatrogénica tras realización de traqueostomía percutánea.
El manejo inicial de la vía aérea se realizó mediante IOT en 7 pacientes, con mascarilla laríngea en 23 y por traqueostoma preexistente en 15. Las intervenciones realizadas fueron resección laringotraqueal en 33 casos. En 10 la resección incluía el anillo del cricoides, en 2 el anillo y parte del sello cricoideo, en 21 la mucosa completa del sello cricoideo, en 1 caso fue precisa la resección completa del sello cricoideo. 11 pacientes precisaron laringofisura anterior y 3 laringofisura posterior para ampliar la luz glótica. En 7 casos se realizó resección traqueal alta con anastomosis cricotraqueal y en 5 resección traqueal aislada. En todos los casos se realizó reconstrucción posterior mediante anastomosis término-terminal. En las fístulas traqueo-esofágicas se realizó sección de la fístula con sutura primaria de esófago y tráquea.
En 22 pacientes se dejó una endoprótesis de Montgomery durante el postoperatorio inmediato, retirada entre 14 y 21 días, salvo en los 3 casos de laringofisura posterior, en los que se dejó 3 meses.
Como complicaciones postquirúrgicas 4 pacientes presentaron obstrucción parcial de la vía aérea por secreciones, uno de ellos precisó fibrobroncoscopia de limpieza. Un paciente presentó fuga aérea prolongada a través del drenaje, 5 fiebre de origen desconocido y otro un granuloma en la línea de sutura que regresó con tratamiento antiinflamatorio. En el seguimiento a largo plazo, todos los pacientes presentan una luz de la vía aérea superior al 90% salvo uno que ha precisado tratamiento láser, con buena respuesta. No se han producido parálisis recurrenciales, inclusión parcial de cuerdas vocales en cicatriz en 4 de los casos de resecciones altas. Un único paciente ha presentado reestenosis, reintervenido con éxito. No existe mortalidad en nuestra serie.
Conclusiones
Según nuestra experiencia, el tratamiento quirúrgico de lesiones traqueales puede realizarse, en centros experimentados, de forma segura con una tasa de complicaciones aceptable y excelentes resultados en términos de calibre definitivo de vía aérea.