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Comunicaciones del 40º Congreso de Neumosur

RESULTADOS DE LA ANTIBIOTERAPIA INHALADA EN LA INFECCIÓN BRONQUIAL CRÓNICA

Autores

M.C.García García, J. Hernández Borge,, H. Chávez Roldán, P. Pires Goncalves, P. Cordero Montero, M.J. Antona Rodriguez, M. Gómez Vizcaino, F.L. Marquez Pérez

Introducción

El empleo de la antibioterapia inhalada (AI) se está incrementando de forma considerable en pacientes sin fibrosis quística (FQ) sobre todo tras la eficacia demostrada en pacientes FQ en lo que respecta a la disminución en el número de exacerbaciones, reducción de la carga bacteriana y mejora de la calidad de vida.

Metodología

Se han recogido de forma prospectiva todos los pacientes no FQ en los que se ha iniciado tratamiento con AI entre Julio de 2010 y Septiembre de 2013. Se incluyeron numerosas variables sociodemográficas, comorbilidades, presencia y extensión de las bronquiectasias, tratamiento previo, aislamientos microbiológicos, tipo y duración de AI, ingresos y exacerbaciones previas y tras el inicio del AI. Los datos han sido procesados y analizados mediante un programa estadístico convencional.

Resultados

Se incluyeron 20 pacientes (70% varones, edad media 64,4±12,3 años), un 80% eran fumadores y el 65% tenía comorbilidades asociadas. En el 65% estableció un diagnóstico etiológico (65% TBC previa, 45% neumonía previa, 10% inmunodeficiencia). Un 80% eran EPOC (Gold D 87,5%), un 65% tenían un grado de disnea MMRC>3 y el 35% broncorrea >20 ml/día. Todos tenían bronquiectasias (45% quísticas, 80% bilaterales, número de lóbulos afectos 3,85±1,8). Un 95% habían precisado ciclos repetidos de antibióticos orales o intravenosos (media 9±6,4) y un 75% recibían macrólidos orales en pauta continua. El AI fue colistina en el 70%, tobramicina en el 25% o ambos (5%). Los aislamientos más frecuente fueron P. aeruginosa (95%) y A. baumanni (25%). Un 75% de los pacientes tuvieron 2 o más aislamientos y un 50% criterios de colonización crónica múltiple. Un 55% precisaban oxigenoterapia crónica domiciliaria. El seguimiento medio fue de 13,5±19,2 meses y un paciente falleció. Encontramos diferencias significativas (p<0,05) entre el número de ingresos, número de exacerbaciones totales y número medio de exacerbaciones anuales antes y tras el inicio del AI.

Conclusiones

1.-En nuestra experiencia el empleo de AI en pacientes no FQ se centra en pacientes con EPOC avanzada, con múltiples aislamientos microbiológicos y frecuentes exacerbaciones. 2.-Los gérmenes aislados con más frecuencia fueron P. aeruginosa y A. baumanni. 3.-La AI consiguió reducir el número de exacerbaciones e ingresos hospitalarios en estos pacientes.

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