Autores
L. Carrasco Hernández, M. Abad Arranz, C. De la Horra Padilla, E. Quintana Gallego, V. Friaza Patiño, E.J. Calderón Sandubete, J.M. Valera Aguilar
Introducción
La fibrosis quística (FQ) es la enfermedad genética recesiva más frecuente en la raza blanca en la que las infecciones respiratorias constituyen la principal causa de morbi-mortalidad. A pesar de que las bacterias son los principales microrganismos que habitualmente colonizan el tracto respiratorio de los pacientes con FQ, recientemente se ha descrito que algunos hongos no cultivables pueden aparecer en estos pacientes sin que se sepa el impacto a largo plazo en la progresión de la enfermedad. El objetivo de la presente comunicación fue describir la microbiota fúngica en la FQ y valorar los aspectos clínicos relacionados con la misma.
Metodología
Estudio observacional prospectivo transversal en el que se incluyeron 50 pacientes con FQ. Todos los casos se les recogieron datos clínicos y funcionales, así como una muestra de esputo para estudio de la microbiota. El estudio microbiológico se realizó con una aproximación metagenómica que permite la amplificación del gen específico de hongos ITS mediante reacción en cadena de polimerasas tipo nested y posterior secuenciación directa para poblaciones aisladas o clonación en caso de obtención de más de un hongo. Con los resultados se evaluó la prevalencia de la colonización fúngica, así como su relación con las variables clínicas de los pacientes.
Resultados
Se incluyeron 50 pacientes: 44% hombres, edad: 21±9 años, adultos: 67,6%, índice de masa corporal (IMC) 16,2±3,2 Kg/m2; FEV1: 59,6±24,7%. Las técnicas metagenómicas detectaron 37 (74%) casos con algún aislamiento de hongos, mientras que por el cultivo convencional sólo 10 casos (20%). La mayoría fueron Candida sp. (64,9%) seguidos de Aspergillus sp. (13,5%). Dentro del genero Candida se han identificado tanto C. albicans (35.13%), C parapsilosis (24.32%) y C. glabrata (0.37%). Además se han podido identificar Cryptococcus (5.4%), Cladosporium (5.4%) y polen de Dioscorea (5.4%). Se han aislado protozoos del género Rhabostyla en dos pacientes y el genero Peritritia en otro. No encontramos diferencias entre niños y adultos, ni en el IMC, ni en las mutaciones. El uso de corticoides inhalados se asoció a la presencia de hongos en el esputo (51,4% vs 19,4%; p=0,011), sin diferencias entre fluticasona y budesonida. No se encontraron diferencias con el grado de obstrucción, ni el grado de afectación radiológica por TAC, ni con la colonización crónica o intermitente de diversos gérmenes, ni por los ciclos de antibióticos en el último año o el uso de antibioterapia nebulizada.
Conclusiones
La colonización de hongos en la vía aérea medida por técnicas de metagenómica nos proporciona información de la prevalencia y los factores asociados a esta colonización. Esta técnica posibilita la detección de hongos desconocidos y/o no cultivables cuyo papel fisiopatológico actualmente se desconoce.