Autores
J. Marín Torrado, J. Hernández Borje, E. Molina Cruz, L. Cañón Barroso, A. Sanz Cabrera, M. J. Antona Rodriguez , P. Cordero Montero, F. Fuentes Otero
Introducción
El empleo de la VMD en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria ha aumentado de forma notable en la última década. Sin embargo, las características de los pacientes sometidos a este procedimiento son complejas y heterogéneas. Conocer su epidemiología y supervivencia en una zona determinada es de suma importancia a la hora de planificar una asistencia adecuada y evaluar la eficacia de la misma.
Metodología
Estudio prospectivo observacional de los pacientes incluidos en VMD a lo largo de un periodo de 7 años en el Área Hospitalaria del H. Infanta Cristina (Badajoz). Se recogieron numerosas variables y los pacientes fueron seguidos hasta agosto de 2009, salvo muerte, pérdida o abandono. Análisis estadístico: Descriptivo y del seguimiento mediante el método de Kaplan-Meier y el test de log-rank.
Resultados
Se incluyeron 139 pacientes (57% mujeres), edad media de 63 años (DS: 13). Un 65,5% eran de ámbito rural y el 82% tenían un nivel educativo bajo. Un 89,9% tenían comorbilidades asociadas de origen extrapulmonar: obesidad (51,1%), hipertensión (69,8%) o cardiopatía (38,1%); y el 42,4% tenían una EPOC. Las patologías causales fueron: Enfermedad neuromuscular (13,7%); EPOC (6,5%); Patología toracógena (22,3%) y, sobre todo, Síndrome de Obesidad –Hipoventilación (57,6%). se inició VMNI sobre todo por insuficiencia respiratoria aguda o crónica agudizada (61,9%). El lugar de inicio fue mayoritariamente en sala de hospitalización convencional (91,4%), a pesar de que un 18,7% de los pacientes presentaban alguna alteración en el nivel de conciencia. Un 64% habían tenido ingresos previos (media 1,8±2; r: 0-15) y un 65% antecedentes de insuficiencia respiratoria previa. La adaptación se consideró buena al alta en la mayoría de los casos (86,3%). El 38,8% de los pacientes precisaron reingreso (Media 0,6±1,1; r: 0-3) Al final del seguimiento el 69,8% de los pacientes se encontraban estables en VMD y la mortalidad fue del 9,4%. La supervivencia media global fue de 248±18 semanas (IC 95%: 213-283). Existieron diferencias significativas (p=0,03) en la supervivencia según el tipo de patología causal, de forma que los pacientes EPOC fueron los que tuvieron una supervivencia menor (Media: 90±20 semanas; IC 95%: 50-130) mientras que los pacientes toracógenos fueron los que sobrevivieron más tiempo (Media: 287±33 semanas; IC 95%: 223-351).
Conclusiones
1.-La VMD engloba un grupo muy heterogéneo de procesos, afectando a pacientes con numerosas y severas comorbilidades. 2.- En nuestro ámbito, un elevado porcentaje de pacientes proceden del ámbito rural y con niveles educativos bajos lo que hace necesario un seguimiento más estrecho y especializado de los mismos con el fin de mejorar la eficacia de este procedimiento. 3.- La VMD es un procedimiento muy efectivo en la mayor parte de los casos, consiguiendo reducir el número de ingresos y obteniendo supervivencias muy prolongadas.